La raíz biológica del estrés
- Laia Pérez Ríos
- 9 abr
- 3 Min. de lectura

🔥 “Siento que algo arde por dentro”:
¿Te ha pasado esto?
Te despiertas ya con tensión en el pecho.Te cuesta respirar profundo.Tu mente va a mil, como si no tuviera botón de pausa.Te duele el estómago, no tienes hambre, pero tampoco puedes comer tranquila.Y cualquier cosa te irrita más de lo normal.
Todo esto puede parecerte “solo estrés” o “mi ansiedad de siempre”, pero… ¿y si te dijera que parte de ese malestar podría estar provocado por tu sistema inmunológico?
Sí, como lo lees: hay proteínas en tu cuerpo llamadas citocinas que pueden estar saboteando tu calma mental.
🧬 Las citocinas: el lado inflamado de la ansiedad
Las citocinas son moléculas que fabrica nuestro cuerpo para regular el sistema inmunológico. Algunas son antiinflamatorias y otras (como la IL-6, TNF-α o IL-1β) promueven la inflamación. Esto es útil cuando hay una infección o una herida… pero no tanto cuando lo que estamos viviendo es estrés psicológico sostenido.
Tu cuerpo no distingue entre una amenaza real (una bacteria) y una amenaza percibida (tu jefe que no deja de enviarte tareas a última hora). ¿El resultado? Activa el mismo sistema de defensa, y empieza a liberar citocinas proinflamatorias como si te estuviera atacando un virus.
🔁 El bucle: estrés → inflamación → más estrés
Imagina esto: estás estresada por una situación laboral. Tu cuerpo, como respuesta, eleva las citocinas. Estas, a su vez, viajan hasta el cerebro y alteran zonas clave como:
🔸 La amígdala, que se vuelve más reactiva.
🔸 El hipocampo, que pierde capacidad para regular el estrés.
🔸 La corteza prefrontal, que te ayuda a pensar con claridad… pero ahora está desregulada.
Y aquí es donde muchas personas dicen:
“No sé qué me pasa… antes aguantaba todo, y ahora todo me sobrepasa.”
Sí, es real. No es solo psicológico. Tu cuerpo está literalmente inflamado y tu sistema nervioso, alterado.
🤯 “¿Pero entonces, tengo ansiedad por culpa de mi sistema inmune?”
Es una de esas preguntas tipo “¿qué fue primero, el huevo o la gallina?”.¿Te estresas y eso inflama tu cuerpo?¿O tu cuerpo inflamado te hace más sensible al estrés?
La respuesta es: ambas cosas.Es un círculo vicioso. Cuanto más estrés vives, más citocinas se liberan. Y cuanto más citocinas hay, más difícil se vuelve gestionar emocionalmente el día a día.
Incluso hay estudios que muestran niveles elevados de citocinas en personas con ansiedad generalizada, depresión, insomnio e incluso burnout.
🚨 ¿Y si tu ansiedad no fuera “tu forma de ser”, sino una inflamación mal gestionada?
Muchas veces nos acostumbramos a vivir con:
Dolores de cabeza o estómago frecuentes
Insomnio
Irritabilidad
Dificultad para concentrarnos
Cansancio mental sin causa aparente
Y pensamos que es “normal”. Que “nos pasa a todos”. Pero no, no tiene por qué ser así.Puede ser tu cuerpo gritándote: "¡basta de inflamación!"
🛠️ 7 estrategias sencillas para reducir el estrés
Aquí van algunas estrategias sencillas pero poderosas que ayudan a calmar las citocinas y restaurar el equilibrio cuerpo-mente:
Caminar cada día (sí, en serio): el ejercicio físico moderado reduce la IL-6 y mejora tu estado de ánimo.
Alimentación antiinflamatoria: reduce ultraprocesados, azúcares, grasas trans. Apuesta por omega-3, verduras de hoja verde y frutos rojos.
Dormir bien: una noche sin descanso eleva los niveles de citocinas como si estuvieras enferma.
Respirar con conciencia: técnicas como la respiración diafragmática reducen la respuesta del eje HHA y con ello la cascada inflamatoria.
Meditación y mindfulness: demostrados en estudios para reducir marcadores inflamatorios.
Contacto social de calidad: el aislamiento aumenta la inflamación. La conexión humana la reduce.
Escribir y expresar lo que sientes: ayuda a regular el sistema límbico y disminuir la carga emocional (y con ello, fisiológica).
Puede que tu ansiedad no sea “todo mental”.Puede que detrás haya un cuerpo agotado, inflamado y sin recursos para sostener tanto.
Y cuando empiezas a cuidar el cuerpo… la mente te lo agradece.
“No eres débil. Tu sistema está sobrecargado.”
¿Te interesa que hable más sobre esta conexión entre cuerpo, inflamación y salud mental?Déjamelo en comentarios. Y si te ha resonado, compártelo con alguien que necesite leerlo hoy. ✨
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